Habitualmente las personas encuentran dificultades para detectar las diferencias entre chinches y pulgas. No obstante, es importante saber identificar la presencia de cada uno de estos insectos, ya que los tratamientos que deben ser llevados a cabo para su erradicación serán distintos.

Por otro lado, tanto chinches como pulgas constituyen dos de las plagas más comunes en los hogares. Por ello, es necesario conocer sus características y cómo combatirlas.

¿Te gustaría poder reconocer las desigualdades existentes entre las características de chinches y pulgas? Quédate a leer este artículo, te contamos todo lo que debes saber a continuación.

Diferencias morfológicas entre chinches y pulgas

Respecto a las peculiaridades morfológicas de chinches y pulgas, se puede destacar que las chinches presentan un cuerpo ovalado con el torso aplastado y cuentan con un color entre rojo y marrón. Además, su tamaño en la etapa adulta oscila entre los 4 y los 5 milímetros de longitud.

En contraposición, las pulgas muestran un achatamiento por los laterales y poseen unas patas con gran habilidad para realizar elevados saltos. Su tonalidad es de un marrón más claro y presentan un tamaño más pequeño, inferior a lo 3 milímetros de longitud.

Diferencias de hábitat

Otra de las diferencias que podemos encontrar entre chinches y pulgas radica en el hábitat de estos insectos. Así, las chinches prefieren espacios como grietas y pequeños huecos, camas, alfombras, sofás, interruptores de la luz, rodapiés, etc.

Las pulgas, sin embargo, prefieren zonas y locales donde haya habido presencia de animales domésticos (especialmente gatos). También son habituales en camas, nidos de pájaros y lugares con arena o grava.

Diferencias en la alimentación y reproducción de chinches y pulgas

La alimentación es otro de los elementos en los que encontramos desigualdades entre chinches y pulgas.

De este modo, las chinches, tanto en fase de larva como en estado adulto, se alimentan de sangre humana y pueden permanecer con vida hasta 1 año sin alimentarse.

En cuanto a las pulgas, su alimentación se basa en materia orgánica cuando se encuentran en estado de larva y cuando pasan a la fase adulta se alimentan de sangre animal. No obstante, también suelen picar a humanos y pueden sobrevivir 2 semanas sin comida.

Respecto a la reproducción de ambos insectos, cabe destacar que las hembras de chinches tienen la capacidad de depositar hasta 500 huevos en 2 meses. Las pulgas, por su parte, establecen lotes de 4 a 8 huevos, llegando a establecer centenares de huevos.

¿Cómo identificar la presencia de chinches o pulgas?

El primer signo que nos indicará la existencia de chinches en el hogar consistirá en la presencia de picaduras por todo el cuerpo. Principalmente, estos insectos atacan por la noche, por lo que es habitual despertarse con un elevado número de picaduras o levantarse de madrugada ante las molestias provocadas por las ronchas.

Otro de los indicios de que en nuestra casa habitan chinches es la visualización de excrementos en las sábanas, el colchón o los alrededores. Suelen tener una forma circular y un color oscuro.

Las pulgas también se manifiestan a través de las picaduras en los humanos. No obstante, dichas picaduras suelen centrarse en la zona de las muñecas, los tobillos y la cadera. Además, otra de las diferencias es que estos insectos pican tanto de día como de noche.

También podemos distinguir las picaduras de chinches y pulgas en el aspecto de la roncha. Las de las chinches suelen inflamarse, mientras que la de las pulgas no. Asimismo, en las picaduras de las pulgas podemos observar en ocasiones un punto rojizo en el centro.

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Como hemos visto a lo largo de este artículo sobre las diferencias entre chinches y pulgas, es importante llevar a cabo un adecuado control de estos insectos para mantener nuestro hogar libre de las repercusiones que pueden ocasionar dichos parásitos.

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